¿Sabías que la piel es el órgano más grande del cuerpo? Y uno muy importante, ya que actúa como una barrera protectora que aísla nuestro organismo del medio que nos rodea.
Éste increíble órgano nos protege, regula la temperatura corporal, nos proporciona sensaciones, es flexible, tiene la capacidad de regenerarse, es resistente e impermeable, respira, y se mantiene activo todo el día cumpliendo funciones vitales para todo nuestro organismo. ¡Cómo no vamos a cuidarla!
A través de ella nuestro cuerpo revela disfunciones y malestares que nos afectan, así como las emociones que nos atraviesan (nos sonrojamos cuando algo nos da vergüenza, transpiramos cuando estamos nervioses, y se nos pone la piel de gallina cuando tenemos frío o algo nos impresiona mucho).
La hidratación interna del organismo es clave para mantener una piel sana. Se recomienda beber al menos 1 litro de agua al día para mantener el cuerpo bien hidratado.
Otro pilar fundamental para una piel sana, es la alimentación. Como mencionamos anteriormente, la piel está generando nuevas células constantemente, y para ello necesita de nutrientes esenciales, que podemos obtener mediante una dieta equilibrada, consumiendo alimentos frescos, de producción agroecológica, haciendo hincapié en frutas y verduras, mezclando sustancias compatibles para dar menos trabajo a nuestro sistema digestivo, y evitar los alimentos ultra procesados, refinados, azucarados y fritos. El alcohol también es algo que deberíamos evitar para cuidar nuestra piel, al igual que fumar.
Protección solar: la prevención es la mejor manera de mantener una piel sana. Los rayos solares pueden dañar considerablemente nuestra piel, e incluso generar enfermedades. No está mal tomar sol, al contrario, éste nos aporta vitalidad y elementos indispensables para la vida, pero hay que entender que no está bueno exponerse en ciertos horarios (de 11 am. a 15.30 pm. aproximadamente).
En verano pondremos más atención en la protección solar, aun que no quiere decir que el resto del año no tengamos que hacerlo... el sol siempre está allí y las radiaciones nos llegan igual!!! y en invierno, nuestra piel sufre bruscos cambios de temperatura (viento, frío, humedad, calefacción), lo cuál la reseca y deshidrata, por eso tendremos que prestar mas atención en la hidratación.
La piel del cutis requiere de un cuidado especial, ya que es la que se encuentra mas expuesta durante todo el año a todo tipo de factores agresivos como el viento, el sol, la contaminación, el frío, etc. Para cuidar el cutis está bueno tener en cuenta, entre otros factores:
~ Limpieza ~
~ Tonificación~
~ Hidratación ~
~ Nutrición ~
~ Protección solar ~
~ Tomar abundante agua ~
~ Ralizar ejercicio~
~ Ingerir frutas y verduras ~
Es importante tener en cuenta que existen dos biotipos de piel; grasa y seca. Ahora bien, el estado de la piel es otro tema a tratar. Podemos tener una piel grasa pero deshidratada, y confundir esto con piel seca. En un próximo artículo les contaré sobre los biotipos, como identificarlos y que observaciones hacer para entender que necesita nuestra piel. Conocernos es un paso importante a la hora de cuidarnos. Para ello lo mejor es consultar a un profesional de la piel.
Espero que este artículo les haya gustado, próximamente seguiré subiendo más. Si hay algún tema en particular que te interese, podés escribirme y subo algo al respecto. Gracias por llegar hasta aquí.
Guillermina.